China ha revelado los primeros detalles de su próxima misión de alunizaje tripulado, mientras que Rusia se prepara para lanzar su primera misión lunar en décadas. China utilizará un proceso de encuentro en la órbita lunar similar al programa Apolo de EE. UU., enviando el módulo de aterrizaje y la nave espacial de comando por separado. Por su parte, Rusia está lista para lanzar el módulo de aterrizaje automático Luna-25, marcando su regreso a la exploración lunar. Ambos países muestran su ambición por expandir el conocimiento científico y tecnológico en la conquista del espacio.
China reveló los primeros detalles de su próxima misión de alunizaje tripulado a finales de la presente década. Según informes del South China Morning Post, China utilizará un proceso de encuentro en la órbita lunar similar al adoptado por el programa Apolo de Estados Unidos. Para llevar a cabo esta maniobra de encuentro y acoplamiento en la órbita lunar, China enviará tanto el módulo de aterrizaje como la nave espacial tripulada de comando y servicio por separado, en dos cohetes. Si la misión tiene éxito, China se convertiría en el segundo país en haber logrado esta hazaña histórica.
Zhang Hailian, ingeniero jefe adjunto de la Oficina de Ingeniería de la Agencia Espacial Tripulada de China, reveló que los astronautas se trasladarán de la nave espacial de comando al módulo de aterrizaje lunar y descenderán a la superficie del satélite natural de la Tierra. Una vez concluidas las investigaciones científicas y la recolección de muestras, la tripulación ascenderá en el módulo de aterrizaje a la órbita lunar para acoplarse nuevamente a la nave espacial de comando y regresar a la Tierra. Además, se ha dado a conocer que China se encuentra desarrollando un cohete portador pesado, una nueva generación de naves espaciales tripuladas, un módulo de aterrizaje lunar y un vehículo lunar tripulado. Zhang también destacó el interés de China en establecer una estación de investigación para llevar a cabo una "exploración lunar sistemática y continua y pruebas de tecnología relacionada".
En el cosmódromo de Vostóchny, la nave espacial se someterá a un entrenamiento de vuelo previo y a pruebas finales terrestres, culminando con el acoplamiento con la etapa superior Fregat, también desarrollada por la empresa Lávochkin. Está programado que la sonda Luna-25 sea lanzada el próximo mes de agosto a bordo del cohete Soyuz-2.1b con la etapa superior Fregat. El Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia ha indicado que este nuevo módulo de aterrizaje lunar, con un peso de aproximadamente 1.605 kilogramos, fue construido con el propósito de estudiar el suelo lunar, conocido como regolito, en la región del polo sur de la Luna, así como para analizar los componentes de plasma y polvo de su exosfera.
El módulo de aterrizaje Luna-25 llevará a bordo ocho instrumentos científicos, incluido el complejo brazo robótico lunar LMK, que permitirá tomar muestras de regolito. Se tiene previsto que aterrice cerca del norte del cráter Boguslavsky, en el polo sur de la Luna.
A pesar de los desafíos y retrasos en el desarrollo de estas misiones, China y Rusia demuestran su determinación y compromiso en la exploración espacial y el estudio de nuestro satélite natural. Ambos países buscan expandir los límites del conocimiento científico y tecnológico, contribuyendo al avance de la humanidad en la conquista del espacio.
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