Con este resultado por primera vez el PP se convertiría en el partido hegemónico andaluz. Juanma Moreno podría gobernar en solitario, algo que no había ocurrido hasta ahora en Andalucía. Además, el PP ganaría en todas las provincias, algo inédito también en la comunidad.
El partido de Macarena Olona, Vox, subiría de los 12 representantes que tiene ahora mismo, pero no podrá rentabilizarlos porque el PP podría gobernar en solitario.
El partido no cumple con sus expectativas, que estaba en ser clave para el nuevo gobierno andaluz. Con estos resultados, se queda en la oposición.
El PSOE de Juan Espadas, por su parte, igualaría el resultado de 2018. Los socialistas resisten, con el 60 por ciento escrutado y alivian la situación del líder andaluz y también de Sánchez.
entras, Ciudadanos, con Juan Marín a la cabeza, se hundiría en su peor resultado en Andalucía. Los naranjas, de hecho, desparecerían del Parlamento andaluz. Batacazo enorme que pondría en solfa además al partido en el resto de España.
A la izquierda del PSOE, Inma Nieto -Por Andalucía- amarraría un resultado que la aleja de los 17 escaños que consiguió en 2018. Aunque es cierto que, entonces, iba en coalición con Teresa Rodríguez, que ahora se presenta con Adelante Andalucía. Por separado sumarían menos que juntos, a tenor de los resultados actuales.
Participación
En estas elecciones en Andalucía, los ciudadanos han respondido con ganas a la llamada de las urnas. Así lo demuestra el que la participación ha sido similar en puntos a la que se dio en 2018.
Esta es una tendencia que se dejó notar ya desde los primeros avances que facilita el Gobierno andaluz. Así, a las dos de la tarde, habían votado el 34,25 por ciento a las 14 horas, 4,33 puntos más que en la última cita electoral.
Esa ganancia de participación se perdió en el siguiente avance. A las seis de la tarde el Gobierno andaluz anunció que habían votado el 44 por ciento de los llamados a las urnas. Eso es un 2 por ciento menos que a esa misma hora en 2018.
