Cristina Fernández de Kirchner fue declarada culpable de haber realizado una administración fraudulenta y en perjuicio a la administraccion de su país durante lo dos períodos que ejerció como presidenta de Argentina (2007-2011 y 2011-2015), beneficiándose de la extracción y desviación de fondos del estado, por lo que el tribunal federal oral N° 2 le dictó sentencia de 6 años de prisión.
Sin embargo, Fernández no irá a la cárcel ya que por ser vicepresidenta de la nación Argentina, goza de inmunidad; que legal y civilmente le confiere protección como alta funcionaria.
De acuerdo a la información publicada por CNN. La Fiscalía acusó a la vicepresidenta de haber encabezado una asociación ilícita para direccionar, junto a otros funcionarios, contratos millonarios de obras viales que, según la querella, quedaron incompletas, tenían sobreprecio e incluso eran innecesarias.
Cristina Fernández de Kirchner negó los cargos durante el juicio y denunció que se trata de una persecución política. Según dijo previamente, esta acusación de corrupción —la única contra la vicepresidenta que ha llegado a la instancia de juicio oral— no tiene fundamentos y se trata de una persecución en su contra suya y del proyecto político que representa.
