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Reuters
El
secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió el martes que
Washington trabajará con socios en la región para mantener la presión sobre el
gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro para un retorno pacífico a la
democracia.
En
comentarios pregrabados en una conferencia sobre América Latina, Blinken
también dijo que la administración Biden continuaría criticando la
"represión de los derechos humanos" en Cuba.
Las
severas palabras de Blinken se produjeron apenas un día después de que un alto
funcionario de la Casa Blanca dejara en claro en una entrevista con Reuters que
la administración no tenía prisa por aliviar las sanciones al gobierno
socialista de Maduro o hacer grandes gestos hacia La Habana gobernada por los
comunistas.
Los
comentarios de ese funcionario parecían tener como objetivo atenuar las
especulaciones de que el presidente Joe Biden podría comenzar a aflojar los
tornillos de Venezuela en respuesta al acuerdo de Maduro de permitir que el
Programa Mundial de Alimentos (PMA) comience a operar allí y la liberación a
arresto domiciliario de seis ex ejecutivos de EE. UU. Citgo basó en unos aparentes
gestos de buena voluntad.
Blinken
tampoco dio señales de que Washington viera una apertura diplomática en los movimientos
de Maduro. La administración está revisando las sanciones paralizantes
impuestas a la nación de la OPEP por el predecesor de Biden, Donald Trump, así
como el retroceso de Trump de la distensión de la era de Obama con Cuba.
"El
brutal régimen de Maduro ha reprimido sistemáticamente los derechos de sus
ciudadanos", dijo Blinken en la conferencia, que fue patrocinada por la
Americas Society y el Consejo de las Américas. "Su abuso, corrupción y
mala gestión han avivado la crisis humanitaria.
"Continuaremos
trabajando con nuestros socios en toda la región tanto para aliviar el
sufrimiento del pueblo venezolano como para ejercer presión sobre el régimen
para que el país pueda regresar pacíficamente a la democracia", dijo.
Hablando
anteriormente, Gregory Meeks, presidente demócrata del Comité de Asuntos
Exteriores de la Cámara de Representantes, insistió en que había una
"ventana de oportunidad" para la participación de Estados Unidos
creada por las propuestas de Maduro.
Blinken
también instó a los países a presionar a Haití para que organice elecciones
libres antes de fin de año y para que Nicaragua realice reformas electorales
para garantizar un voto libre en noviembre.
El
funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que Maduro estaba "enviando
señales" a la administración, pero que no aliviaría las sanciones sin
pasos concretos hacia elecciones democráticas.
Los
ayudantes de Biden han dejado en claro que continúan reconociendo al líder de
la oposición Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela.
Docenas
de países han respaldado la afirmación de Guaidó tras la reelección de Maduro
en 2018 en una votación que los gobiernos occidentales calificaron de farsa.
Pero Maduro ha conservado el apoyo de los militares, así como de Rusia, China y
Cuba.