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La Nación
La
falta de mantenimiento adecuado, la falla frecuente de los servicios públicos
fundamentales; la no existencia aún de un programa de bioseguridad apropiado y
confiable, tanto para alumnos como para todo el personal, así como las
precarias condiciones económicas del sector educación, son los principales
obstáculos para esperar un exitoso retorno a clases presenciales, convocado por
el gobierno.
Aun
cuando para este viernes no se había especificado la fecha de presunto retorno,
el gobierno anunció el anterior domingo, 28 de febrero, que sería después de
Semana Santa, pero ya muchas organizaciones vinculadas al magisterio, en todos
sus niveles, se han pronunciado al respecto y no se muestran, en conjunto,
favorables a atender el llamado.
Docentes,
sindicatos y federaciones dicen que no hay condiciones de infraestructura, ni
de bioseguridad, especialmente, para volver al aula. Consideran, en general,
que se hace necesario, en primerísimo lugar, una planificación formal e
integral que englobe todos los factores que pueden incidir en el éxito del
programa de reincorporación a las aulas.
Situaciones
como la escasez de agua y las fallas de electricidad, recursos importantes para
cumplir con la actividad docente en el plantel, complican el panorama. También
se debe tomar en cuenta el porcentaje definido de alumnos que se puede recibir,
tomando en cuenta que puede variar, de acuerdo con las instalaciones de cada institución.
De
la misma forma, los docentes aluden la falta de dotación de las instituciones
pues, luego de casi un año de suspensión de actividades, escuelas y liceos
están por el piso. La maleza abunda en los patios de las escuelas, las ventanas
están sin vidrios, las puertas dañadas.
Y
aunque hay algunas instituciones que están organizadas y limpias, puesto que el
mismo personal lo hace voluntariamente, aseguran que la falta de mantenimiento
por parte del Ministerio es total.
Y
agregan más obstáculos: Tampoco hay dotación de material didáctico y la mayoría
de las instituciones educativas no cuentan con vigilante, o por lo menos con
rondas policiales para mantener el poco material que queda resguardado, lo que
significa un alto riesgo de pérdidas por exponerse a la delincuencia.
Condiciones
de bioseguridad
Es
necesaria una planificación bien revisada, en la que se tomen en cuenta las
condiciones existentes ahora en el contexto educativo para recibir a los
estudiantes en todas las modalidades educativas y dar cumplimiento adecuado de
todas las medidas de bioseguridad dispuestas por las autoridades de salud.
Los
docentes señalan que, para un reinicio de actividades seguro, es necesario que
se cumpla con un distanciamiento físico de más de un metro entre cada estudiante,
lo cual resulta difícil cuando se trabaja con niños de primaria, que juegan
entre sí, con mucho contacto físico, y que olvidan con facilidad guardar
distancia, además de que comparten objetos como sacapuntas, borradores y hasta
el envase del agua para beber.
Ante
esta situación, que saben que se presentará en el caso de los niños, piden
atender a los estudiantes por grupos, es decir, unos días los de inicial, otros
los de primaria y luego los de bachillerato, con una división por bloques de
horarios y secciones.
La
voz de los gremios
—En
Venezuela no hay garantía de regreso a clases bajo ninguna modalidad. Al no
remunerar la labor, el Estado ha roto unilateralmente la relación de trabajo,
razón por la cual declaramos la emergencia laboral en las universidades
venezolanas y llamamos a nuestros agremiados a no aceptar trabajar en
condiciones de oprobio, ni bajo amenaza.
Tal
es la posición de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de
Venezuela (Fapuv), en respuesta al llamado a clases formulado por el Gobierno
nacional.
Agrega
la nota institucional que “no es aceptable recurrir a medidas coercitivas para
el regreso a las actividades bajo cualquier modalidad, mientras no se creen las
condiciones materiales indispensables que la hagan posible, a saber: salario
digno, ambiente sano (bioseguridad), servicios (incluido acceso a internet) e
insumos (equipos y material didáctico).
Ratificamos
que el derecho al estudio es una responsabilidad del Estado venezolano, el cual
debe garantizar las condiciones indispensables a las instituciones, los
estudiantes, los profesores y demás trabajadores, para una educación de
calidad”.
Por
su parte, Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores de Lara, aseguró
que los docentes solo podrán volver a las aulas si les garantizan cuatro
escenarios: Salarios dignos, planteles con jornadas de limpieza y desinfección
constante, dotación de equipos de bioseguridad, incluyendo servicio de agua, y
vacunas para todo el personal docente, administrativo, obrero y estudiantes,
pues afirmó que ningún educador va a arriesgar su vida volviendo a aulas con un
salario mísero.
El
presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Orlando Alzuru, dijo
en un programa televisivo, este martes 2, que el regreso a clases es una
temeridad del gobierno, porque hay ciertas condiciones que se deben cumplir. En
primer lugar, el Derecho a la Vida, que tiene que garantizársele a la población
estudiantil.
Asegura
que aquí no hay normas de bioseguridad en los planteles. Por ejemplo, señala,
hemos denunciado que en Venezuela hay planteles que tienen un baño para 800
personas, lo que significa condiciones higiénicas deplorables. Y eso, a lo
mejor en este momento, se ha agravado.
—Los
planteles están en malas condiciones, dijo, y quedan 4 meses para terminar el
año escolar. El Ministerio tiene a su cargo unos 25 mil planteles, en todo el
país. Yo dudo que tenga la capacidad en estos momentos, de habilitar esos
planteles para garantizar la bioseguridad, para garantizar la vida, que no se presente
un contagio masivo de estudiantes, de padres y representantes, de maestros, de
trabajadores administrativos y obreros.
Todo
eso tiene que estar bajo control, enfatiza Alzuru, pues si no hay ese control
no puede haber un regreso a clases. Esto, aunado por supuesto a los problemas
que tiene el docente, que, por ejemplo, no tiene ni para para el pasaje de
transporte público para ir a dar su clase.
Dignificación
del salario
En
un documento publicado, la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés
Bello, propuso las condiciones mínimas para el retorno a las aulas, en las que
incluye «dignificar» el salario de los maestros.
Los
lineamientos propuestos son, entre otros, condiciones mínimas de bioseguridad
para el desarrollo de una práctica pedagógica segura; fortalecimiento de
estrategias de enseñanza de tipo colaborativo, y potenciar la presencia y el
uso de los medios digitales.
La
Escuela insistió en mejorar la situación socioeconómica de los docentes y
detener «el maltrato de la sociedad venezolana» hacia los educadores. «¡Ya
basta de que la educación de niños y jóvenes sea a cuenta del hambre del
maestro y su familia! ¡Ya basta…! Nos corresponde seguir en nuestro reclamo al
gobierno nacional, regional y municipal, así como a los entes privados y
organismos de cooperación internacional que garanticen a la brevedad posible
las mejoras socioeconómicas que nos dignifiquen como profesionales, traducidos
en bonos especiales por conectividad, transporte, alimentación y bioseguridad,
entre otros».